Nunca me imaginé que quien las había matado a Madame L'Espanaye y a su hija, Mademoiselle Camille L'Espanaye, podría llegar a ser un animal, menos un mono. Me pareció muy buena idea que el autor haya decidido agregarle algo distinto al cuento, ya que nos sorprende porque no nos esperabamos que el culpable sea un mono, es raro. El cuento me provocó un poco de miedo y lo que más me gusto fueron las declaraciones de cada persona que conocía a las muchachas. Muy buen cuento.


Fiorela